miércoles, 28 de mayo de 2014

Tenemos Poder dentro de Nosotros IV (El Nombre)

SÓLO JESUCRISTO ES EL CAMINO A DIOS


Las Escrituras son enfáticas en decir que no hay otro nombre dado a los hombres para que podamos ser salvos, sino el bendito nombre del Hijo de Dios. El poder que produce nuestra milagrosa salvación sólo es posible a través de Jesucristo, y es a través del Espíritu de Jesucristo en nosotros que se inicia y perfecciona la regeneración de nuestro espíritu.

Al cumplir Jesús con la obra que el Padre le había encomendado, "Dios lo exaltó hasta lo sumo  y le otorgó el nombre que está sobre todo nombrepara que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra(Fil 2:8-10 NVI)"Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos" (Ro 14:9 LBLA).

Por tanto, necesario es recalcar que no hay otro intermediario entre Dios el Padre y los hombres, sino Jesucristo hombre, quien, habiendo sido glorificado, ahora está sentado a la diestra del trono de Dios, para interceder por nosotros ante el Altísimo. Por tanto, todas nuestras oraciones, peticiones, acciones de gracias, alabanzas debemos manifestarlas en el nombre de Jesucristo.  

Sin embargo, debemos tener muy presente que, para que Dios manifieste su poder a través de la Palabra, la Sangre y el Nombre de Cristo, es necesaria la FE, y la fe viene por oír la Palabra de Dios. Sin fe, dicen las Escrituras, es imposible agradar a Dios, "porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan". (He 11:6 RVA2015)


EL NOMBRE QUE ES SOBRE TODO NOMBRE


Cuando los apóstoles protagonizaban milagros, no eran ellos quienes los hacían, sino Dios por medio de ellos, a través del nombre de Jesús. Una de las historias, en Hechos 3, cuenta sobre la sanación que practicaron Pedro y Juan en un inválido que pedía limosna a la entrada del templo. Pedro lo quedó mirando y le dijo "No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza" (Hechos 3:6-7 NVI). La multitud que presenció el milagro estaba admirada, y "Al ver esto, Pedro les dijo: «Pueblo de Israel, ¿por qué les sorprende lo que ha pasado? ¿Por qué nos miran como si, por nuestro propio poder o virtud, hubiéramos hecho caminar a este hombre?" (Hechos 3:12 NVI), dejando en claro, luego, que "por la fe en el nombre de Jesús, este hombre fue sanado, y ustedes saben que él antes era un inválido. La fe en el nombre de Jesús lo ha sanado delante de sus propios ojos." (Hechos 3:16 NTV).

Cuando las autoridades judías pidieron explicaciones sobre lo ocurrido, Pedro les contestó: "¿nos interrogan hoy por haber hecho una buena obra a un inválido? ¿Quieren saber cómo fue sanado? Déjenme decirles (...) que fue sanado por el poderoso nombre de Jesucristo de Nazaret”. Y recalcó: »¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos». (Hechos 4:9-12 NTV).
Jesús, luego de la última cena, dijo a sus discípulos:


Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre
Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
Juan 16:24 - NVI





Y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, 
Porque guardamos sus mandamientos
Y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Y este es su mandamiento: 
Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, 
Y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.
1 Jn 3:22-23 RVR60




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